La contaminación del planeta tierra ha continuado su incremento de forma silenciosa durante los últimos años; principalmente por la gran cantidad de desechos tóxicos, que en efecto son utilizados en la actividad irresponsable del ser humano.

Dentro de los diferentes problemas ecológicos, éste es un tema que en la actualidad se ha transformado en un gran reto ambiental al que se enfrentan todas las naciones y Panamá no escapa de esta realidad.

La contaminación implica tanto aquellos aspectos físicos como lo son el papel, el plástico, los metales, entre otros. Así como también, los factores químicos, y los biológicos; cada uno de ellos afecta distintivamente ocasionando daños en los diversos ecosistemas del planeta y por ende a todos los seres vivos. Es decir, que los contaminantes son todas aquellas sustancias presentes en el ambiente, que en cualquiera de sus estados al incorporarse o actuar en la atmósfera, agua, suelo, flora, fauna o cualquier elemento natural, altera o modifique la composición y condición natural, provocando así un desequilibrio en los ecosistemas.

En cuanto a los contaminantes del aire tienen un potencial para producir daño a la salud humana, lo cual depende de sus propiedades químicas y físicas, así mismo de la cantidad de tiempo al que se encuentra expuesta la persona y es que el agente toxico llega al organismo, dependiendo de la vía de exposición, entra en contacto con las superficies epiteliales del tracto digestivo, del aparato respiratorio o de la piel ocasionando diferentes afectaciones al organismo.

En animales y plantas causan daños que en su mayoría son irreparables. Este problema del control de la contaminación del aire es muy complejo y para minimizar esta situación, se requiere educar más a la población sobre petroquímica (estudio la transformación del petróleo y gas natural), mecánica automotriz (estudio de las formas de transmisión del movimiento de un vehículo.), ecotoxicología (estudio del efecto de compuestos químicos tóxicos sobre los seres vivos,) y otras disciplinas que muchas veces no son abordadas.

Las emisiones de gases de efecto invernadero: como el ozono, dióxido de azufre, CFC (clorofluorocarbonos), (CO2) dióxido de carbono, el (CH4) metano, aún preocupan y es que algunos son utilizados para producir aerosoles, frigoríficos y aire acondicionados, aunque se prohibió su uso por ser muy peligroso, además de utilizarse en la ganadería y en la combustión.

Por otro lado, La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la contaminación del agua, como aquella que sufre cambios en su composición hasta finalmente ya no servir.  Es decir “tóxica” que no se puede ni beber ni utilizar para actividades como la agricultura, ganadería o similares. Año tras año, las aguas contaminadas provocan más de 500.000 muertes a nivel global por diarrea y transmite enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea y la poliomielitis, entre otras patologías en la piel.

Los principales agentes tóxicos del agua y de los suelos incluyen virus, parásitos, fertilizantes, bacterias, pesticidas, fármacos, desechos de letrinas, nitratos, fosfatos, plásticos, e inclusive sustancias radiactivas.  Además del exceso de basura urbana y su mala eliminación.

Es necesario tomar una postura participativa en la que todos se apropien de la situación que actualmente aqueja al mundo entero y se lleven a cabo proyectos ambientales que generen cambios a corto plazo, rescatando el compromiso como nación, con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la agenda 2030, donde los líderes mundiales, reconocen la conexión entre personas y planeta, y han fijado objetivos para la tierra, los océanos y las vías fluviales.

Por: Mgtr. Darío Sanjur

Entrega especial de Darío Sanjur sobre Contaminación: El gran desafío planetario.

Descubre más desde INVESTIGACIONES PANAMÁ NEWS

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde INVESTIGACIONES PANAMÁ NEWS

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo