La inocuidad de los alimentos se basa en la producción de alimentos inocuos al conjunto de condiciones, medidas y prácticas necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos, previniendo la contaminación y aparición de enfermedades en el consumo de alimentos así lo manifestó Joseph Gallardo, especialista en Alimentos y en Negociación Internacional de la dirección General de Normas y Tecnología Industrial del MICI.

Gallardo, destacó que las entidades como el Ministerio de Salud, MICI, están comprometidas con la seguridad alimentaria, la promoción de altos estándares de calidad, así como el comercio justo e inocuo de todos los productos de consumo que facilita una calidad de los productos insustanciales a la salud panameña.

En los últimos años se ha avanzado en la sensibilización acerca de la importancia de la inocuidad teniendo en cuenta toda la cadena alimentaria, puesto que se considera que algunos problemas pueden tener su origen en la producción primaria, es decir en la finca, se transfiere a otras fases como el procesamiento, el empaque, el transporte, la comercialización y aún la preparación del producto y su consumo, añadió el especialista.

La inocuidad y calidad de los alimentos también incluye las cualidades exigidas a los procesos de manufactura alimentaria, debido a que el destino final de los productos es la alimentación humana y estos son susceptibles en todo momento a percibir transformaciones y contaminaciones de agentes bióticos y abióticos. No solamente las cualidades sensoriales y sanitarias influyen en la calidad de los alimentos, sino también la trazabilidad de los alimentos durante los procesos industriales que van desde su recolección, hasta su llegada al consumidor final.

A nivel gubernamental se creó el ante proyecto de ley por el cual se adiciona un capítulo sobre los delitos contra la seguridad alimentaria al título de delitos contra la seguridad colectiva de la ley 14 de 26 de abril de 2007, que adopta el código penal de la república de Panamá.

Y se crea la ley 114 del 18 de noviembre del 2019 que aporta el Plan de Acción para Mejorar la Salud, así como modifica las tarifas del Impuesto Selectivo al Consumo de bebidas azucaradas, para cooperar con el Estado en cumplimiento de la norma constitucional que consiste en velar por la salud y el bienestar de la población.

El etiquetado que contiene los productos que indican la escala nutricional que el consumidor busca, con la finalidad de cumplir una alimentación saludable, va ligado con la inocuidad y conocimientos dirigidos al consumidor final.

La comisión del Codex Alimentarius en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), están encargadas de proteger la salud de los consumidores y garantizar prácticas justas del comercio de alimentos a fin de desarrollar programas enfocados a un estilo de vida saludable”.

Por: Lidia Otero

Entrevista Especial