La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, pese al creciente reconocimiento de la salud mental como un derecho humano fundamental, la infancia y la juventud siguen siendo los grupos más desatendidos en los marcos normativos y las políticas globales. Durante la última década, la salud mental ha ganado espacio dentro del sistema de Naciones Unidas; sin embargo, ninguna resolución del organismo aborda específicamente el bienestar mental de niños, niñas, adolescentes y jóvenes como una prioridad de desarrollo, salud y derechos humanos.

Según la OMS, esta ausencia de un enfoque unificado perpetúa la fragmentación, la insuficiente inversión en prevención y la falta de intervenciones tempranas, a pesar de la existencia de soluciones escalables y de bajo costo. La situación es especialmente preocupante si se toma en cuenta que uno de cada siete adolescentes entre 10 y 19 años (14,3%) vive con algún trastorno mental, muchas veces sin diagnóstico ni tratamiento. A ello se suma un alarmante incremento en los índices de suicidio entre personas de 10 a 24 años en múltiples países.

El Atlas de Salud Mental Mundial, actualizado recientemente, revela otro dato crítico: solo el 56% de los países cuenta con una política o plan específico para la salud mental infantil y juvenil, y menos de la mitad ofrece servicios fuera del ámbito hospitalario, como escuelas o centros comunitarios. Esta falta de acciones y recursos impide avanzar hacia una respuesta integral que considere los entornos donde los niños y jóvenes se desarrollan.

Deficiencias normativas y vacíos de participación

La OMS destaca importantes carencias que deben corregirse con urgencia:

  • Ausencia de resoluciones específicas sobre salud mental infantil y juvenil.
  • Falta de compromisos ajustados a las distintas etapas de desarrollo.
  • Escasez de mecanismos que permitan a jóvenes participar en la formulación de políticas.
  • Débil seguimiento independiente de los compromisos y la financiación global en este ámbito.

Estos vacíos, advierte la OMS, limitan la capacidad de los países para atender una problemática que exige acciones coordinadas en educación, salud, protección social, cambio climático, medios digitales y cultura.

Un llamado global para transformar la respuesta

La OMS, junto con agencias como UNICEF, UNESCO y la Oficina de las Naciones Unidas para la Juventud, plantea la necesidad de reconocer la salud mental de la niñez y adolescencia como una prioridad mundial, integrándola en futuras resoluciones y en los mecanismos de seguimiento de la Agenda 2030.

Entre las recomendaciones clave se encuentran:

  • Crear una plataforma interagencial unificada, que permita desarrollar orientaciones técnicas y coordinar mecanismos de financiación y rendición de cuentas.
  • Impulsar la adopción de políticas nacionales integrales, en línea con el Plan de Acción sobre Salud Mental de la OMS y el programa conjunto OMS–UNICEF para el desarrollo psicosocial infantil.
  • Promover la participación activa de niños, niñas y jóvenes en el diseño, implementación y evaluación de políticas, reconociéndolos como actores y no solo como beneficiarios.
  • Aumentar la inversión en prevención y promoción, articulando servicios comunitarios, escolares y digitales con sectores educativos, de salud, cultura, deporte, protección ambiental y social.
  • Incorporar indicadores básicos de salud mental en sistemas nacionales de información, encuestas de hogares y plataformas de monitoreo educativo y social.

La OMS insiste en que atender la salud mental infantil y juvenil no es solo una cuestión sanitaria, sino un compromiso ético y una inversión indispensable para el futuro. Aboga por crear entornos seguros, inclusivos y solidarios que permitan a las nuevas generaciones desarrollarse plenamente y ejercer sus derechos sin dejar a nadie atrás.

Texto: WEB OMS Foto: Canva Pro.


Descubre más desde INVESTIGACIONES PANAMÁ NEWS

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde INVESTIGACIONES PANAMÁ NEWS

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo